martes, 24 de diciembre de 2013

Gilipollas

Empecé en tw hace 3 años de casualidad... 
Supongo que como todos enpecé aquí con una cuenta personal, por favor , era la nueva red social de moda, y por supuesto yo también tenía que tener una. Los primeros meses recuerdo que seguía a dos amigos y a cuatro famosos... 
Empiezas a usarlo, pero como que no le encuentras nada que te haga salir de Facebook... Volví a darle una nueva oportunidad después de un año y medio de inactividad casi, lo típico que empiezas a cotillear y a seguir a gente que 'conoces' de seguir algún HT , la cosa es que ya te pica el gusanillo y empiezas a pillarle el truco , quitas tu foto de perfil, cambias el nombre y empiezas a usarlo a modo de 'Diario' escribiendo reflexiones, cuando te das cuenta te siguen más de 400 personas , has cerrado FB, sin querer han pasado casi 3 años y cuando te das cuenta Twitter es ese refugio dónde te escondes de la 1.0 , y lo acabas usando con fines terapéuticos. Vienes, descargas, y eso te ayuda a continuar con el día a día. Por motivos que no vienen al caso decidí cerrar mi cuenta, pero... Ya era tarde, Twitter es una tela de araña y yo una mosca con las alas pegadas... De pronto, estás atrapada, tienes la imperiosa necesidad de escribir todo aquello que te inquieta, que te emociona, que sientes...  Hace 7 meses abrí esta cuenta. 
7 meses en los que he reído, llorado, conocido, desconocido, decepcionado, emocionado... Pero 7 meses en los que he sido yo. Durante este tiempo han pasado muchas personas por mi vida, algunos marcharon según vinieron , otros aún siguen y otros fingieron estar mucho antes de haberse ido. Pero, sigo viviéndolo con la misma intensidad cada día .
También hay mucho gilipollas , pero como en la vida misma, los hay que vienen a reírse y los hay que vienen a escribir o a sentir esas carencias de la 1.0 , no juzgo a nadie, cada uno le da el uso que quiere,  porque queridos,  por mucho que os empeñéis, aunque Twitter sea una red social , todos, repito TODOS, los que formamos parte de ella, sentimos y padecemos. Somos personas. Y como personas podemos ser muy gilipollas. 
Gilipollas por usar el anonimato para hacer daño, o gilipollas para implicarse emocionalmente con personas que no conoces. Gilipollas que creen que pueden relacionarse con otros gilipollas sin causar efecto en ellas. Gilipollas por creernos mejores que nadie, gilipollas por menospreciar las palabras de otros, gilipollas por reírnos de los sentimientos de alguien. E incluso gilipollas por escudarnos en el humor negro ... 

Yo, soy gilipollas, pero no desvelaré de qué tipo. 


P.D: No soy escritora. Solo escupo palabras y plasmo pensamientos en el 'papel'. 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

R

Llevo un rato mirando la pantalla del ordenador con la página en blanco y el cursor en movimiento, pensando qué palabras usar, como encadenarlas para formar un texto. Un texto en el que expresar una idea, un pensamiento, un sentimiento, una opinión... Pero nunca se me ha dado bien pensar antes de hablar, ¿porqué iba a ser diferente antes de escribir? Así que aquí me encuentro , con mis dedos en movimiento sin saber muy bien como acabará.

Quería hablaros de ella, perdón de Ella.
Mi Ella. Mi amiga. Mi confidente. Mi muro. Mi apoyo. Mi mitad. Mi constante. Y todas esas mariconadas que ya le he dicho tanto en público como en privado, pero hoy quería hacerlo más extenso, más 'formal' y he pensado que también sería una buena excusa para sacarle polvo a este blog que en su día una vez abrí sin saber muy bien porqué.
R, está siendo mi compañera de viaje estos últimos meses. Está siendo un viaje duro y largo para las dos, y a pesar de la distancia vamos andando en paralelo y cuando yo no puedo , ella aminora la marcha y me coge de la mano. ¿Que se me apaga la sonrisa? Ella le da luz. ¿Que me quedo afónica de gritar al viento? Ella grita por mí. Y así siempre.
Con ella, río, lloro, canto, grito, sueño, blasfemo , planeo, siento, padezco, disfruto , aprendo, y sobretodo me quiero.

Así es R, se desvive por los suyos. Porque sí, soy suya, igual que ella es mía. La nuestra es una amistad puede que no demasiado común , pero si demasiado real. Una amistad sin horarios, sin condiciones, con respeto, confianza, cariño. Hubo un tiempo en que yo llenaba de color nuestros días y ella ponía las gafas de ver un mundo mejor. A día de hoy , le pinto más grises los días, pero juntas coloreamos nuestras sonrisas.
No se si nuestros caminos seguirán juntos toda la vida, lo que si sé es que no concibo un mañana sin compartir camino.

La quiero.


Te quiero, R.



[Ella, ella es mi constante, mi red de seguridad. Me presta sus sonrisas cuando a mí me faltan, me presta sus fuerzas cuando a mí me flaquean, me regala su tiempo, sus besos, sus abrazos, siempre está ahí. Incluso cuando sus miedos a la atormentan, siempre tiene tiempo para luchar contra los miedos de los demás. La quiero, porque con sus gafas la vida se ve de otra manera. Mi niña, mi Grace.]

martes, 18 de junio de 2013

El color de sus encías

y desperté , desperté sudando y temblando, había soñado que se había ido.
Casi siento un alivio al recordar que nunca estuvo, casi.

Desde aquí brindo por él, no concibo mejor final para su agonía , su desesperación, para meses de lucha y entrega, de llantos, de lloros, de rabias, de ilusiones fustradas, de sueños rotos... Ha llegado su momento, el momento de sentir, disfrutar, soñar, amar, vivir... Todo aquello que el tiempo hasta ahora le ha negado, y brindo por él, por los dos. Pero sobre todo por él , como hombre, como persona, como amigo, como bufido... Brindo por todas y cada una de las palabras que me ha regalado, por todos y cada uno de los minutos que le he disfrutado, brindo por su amistad, por su sinceridad, por estar lleno de bondad, de amor, por ser una persona increíble, por ser especial y diferente.
Que no os confundan mis lágrimas, estoy feliz por él, por los dos.

Puede que no sea una despedida, pero si es un punto y coma. Si tengo que elegir entre seguir compartiendo nuestros miedos, nuestras penas, tenerle entre llantos y monstruos o que sea feliz y verle desde lejos, prefiero sentarme en la distancia y ver como sonríe. Quiero conocer el color de sus encías.

En otro tiempo. En otra vida.



viernes, 7 de junio de 2013

Lágrimas de fuego.

Son pequeñas, cálidas, casi queman la piel mientras ruedan por mis mejillas , brotan lágrimas de fuego desde lo más adentro de mi incendio. Ardo.
Y él es la fuente que apaga mi fuego, pero está seco, así que me sigo prendiendo.
Me queman las ganas de verle, las ganas de amarle, las ganas de él. De nosotros.
Quiero acariciar su silencio hasta hacerlo mío, hacerlo sonreír, que me hable, me mire y me ame... Su silencio, sus miedos , sus dudas...
Siguen rodando lágrimas de fuego, esperando fundirse con la humedad de sus labios, con la intensidad de sus besos mientras mi alma grita en silencio cuánto le quiero.
Espero que se llene pronto de ganas, de ilusión, de esperanza, de sueños y cruce el puente que estoy construyendo entre su silencio y el mío.
Mientras decide ponerse en pie y caminar hacia mí he decidido amarle en silencio, creando distancia, creando olvidos,  amarle sin palabras, sin deseos, sin aliento.


Mientras tanto seré eso, silencio.



jueves, 30 de mayo de 2013

Los cuatro puntales de mi cama...

Mi cama la sostienen cuatro puntales, si alguno de ellos se tambalea, yo caigo... Ellos me resguardan de los monstruos que habitan debajo de mi cama, ellos sacuden mis miedos, y ellos me elevan hasta el cielo cuando mis alas no pueden hacerlo.

Tres hombres y una mujer ...

Ella, ella es mi constante, mi red de seguridad. Me presta sus sonrisas cuando a mí me faltan, me presta sus fuerzas cuando a mí me flaquean, me regala su tiempo, sus besos, sus abrazos, siempre está ahí. Incluso cuando sus miedos a la atormentan, siempre tiene tiempo para luchar contra los miedos de los demás. La quiero, porque con sus gafas la vida se ve de otra manera. Mi niña, mi Grace.

El pequeño de mis hombres... Es mi enano, el bombero que apaga el fuego devastador que me está consumiendo. Me dedica letras con las que acaricia y besa mi cuerpo, mi alma, mi mente... Me ha visto desnuda, a pesar de llevar capas y capas de ropa encima, sabe ver a través de las letras, de los sentimientos. A pesar de la distancia que nos separa, cada vez que me habla lo siento conmigo, susurrando palabras grabadas a fuego en mi piel. Le quiero, sin más.

El segundo hombre y tercer puntal, es un gran descubrimiento, sigo teniendo fe en las personas y en parte es gracias a él. Es el bufido en mi oreja derecha regañándome cada vez que no sonrío. Dice que es de corazón frío, pero os aseguro que a mí quema cuando lo siento cerca. Y se que el destino lo ha puesto en mi camino para que lo obligue a sonreír. Y pienso asegurarme que lo hace cada día.

Y por último mi cuarto puntal, Paul... Lleva horas en mi vida y ya sostiene una de las esquinas de mi cama, asombroso verdad? Pues se puede, hay gente que tiene ése don. Al principio cojeaba un poco, pero conseguimos limar el puntal y ahora ha encajado perfectamente. No puedo hablaros mucho de él, porque estoy aprendiéndole todavía... Pero auguro una gran amistad. Su poder arácnido y su corazón me salvaron de caer por el abismo de la destrucción una noche llena de sombras y monstruos.


Mi cama, aparte de puntales tiene una biga central... Ahora no está, porque la estamos restaurando, pero sin ella el colchón se hunde, el mismo colchón dónde descansa mi mente y mi alma... Ha soportado todas mis pesadillas, todos mis temblores, todos mis insomnios, y la he desgastado. Espero recuperarla pronto, porque me hace falta. Nos quedan 847 noches, con sus 847 mañanas...


Entre todos estáis cosiendo poco a poco mis alas rotas, empiezo a volar, bajito, pero alzo el vuelo, pasito a pasito... Y desde aquí quería daros las gracias a todos.