martes, 18 de junio de 2013

El color de sus encías

y desperté , desperté sudando y temblando, había soñado que se había ido.
Casi siento un alivio al recordar que nunca estuvo, casi.

Desde aquí brindo por él, no concibo mejor final para su agonía , su desesperación, para meses de lucha y entrega, de llantos, de lloros, de rabias, de ilusiones fustradas, de sueños rotos... Ha llegado su momento, el momento de sentir, disfrutar, soñar, amar, vivir... Todo aquello que el tiempo hasta ahora le ha negado, y brindo por él, por los dos. Pero sobre todo por él , como hombre, como persona, como amigo, como bufido... Brindo por todas y cada una de las palabras que me ha regalado, por todos y cada uno de los minutos que le he disfrutado, brindo por su amistad, por su sinceridad, por estar lleno de bondad, de amor, por ser una persona increíble, por ser especial y diferente.
Que no os confundan mis lágrimas, estoy feliz por él, por los dos.

Puede que no sea una despedida, pero si es un punto y coma. Si tengo que elegir entre seguir compartiendo nuestros miedos, nuestras penas, tenerle entre llantos y monstruos o que sea feliz y verle desde lejos, prefiero sentarme en la distancia y ver como sonríe. Quiero conocer el color de sus encías.

En otro tiempo. En otra vida.



viernes, 7 de junio de 2013

Lágrimas de fuego.

Son pequeñas, cálidas, casi queman la piel mientras ruedan por mis mejillas , brotan lágrimas de fuego desde lo más adentro de mi incendio. Ardo.
Y él es la fuente que apaga mi fuego, pero está seco, así que me sigo prendiendo.
Me queman las ganas de verle, las ganas de amarle, las ganas de él. De nosotros.
Quiero acariciar su silencio hasta hacerlo mío, hacerlo sonreír, que me hable, me mire y me ame... Su silencio, sus miedos , sus dudas...
Siguen rodando lágrimas de fuego, esperando fundirse con la humedad de sus labios, con la intensidad de sus besos mientras mi alma grita en silencio cuánto le quiero.
Espero que se llene pronto de ganas, de ilusión, de esperanza, de sueños y cruce el puente que estoy construyendo entre su silencio y el mío.
Mientras decide ponerse en pie y caminar hacia mí he decidido amarle en silencio, creando distancia, creando olvidos,  amarle sin palabras, sin deseos, sin aliento.


Mientras tanto seré eso, silencio.