lunes, 28 de abril de 2014

Yo sigo, ¿y tú?

Sigue siendo Abril, sigo sin sentir la presión de tus dientes en mis pezones, sigo latiendo fuerte al pensarte, sigo corriéndome en la distancia. Sin ti. Pero contigo.

Sigo llevando desabrochada el alma, sigo queriendo beber de ti, besar tus lunares, morderte la cadera, cantarte en el coche, sigo queriendo ver  fútbol contigo, correrme en tu boca, escribirte en la espalda, gemir en tu almohada. 

Por supuesto que sigo necesitando vestirme con tu abrazo, rozarme con tu piel, empaparme de tu aroma, sigo deseando dejarme las rodillas mientras te pierdes en mi boca. Y sigo ansiando ese momento en el que me llenas, con tu risa, con tu boca, con tu polla y con tu piel.
Sigo queriendo ir, pero esa sensación de paralización sigue.
Sigo queriendo irme, pero contigo, sigo queriendo que te vayas, pero conmigo.

Sigo, y tú? 


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